La ACVC ratificó su carácter de organización social, campesina, defensora del territorio, la paz y los derechos humanos, el carácter semipresencial de la actividad no fue impedimento para que se agitaran consignas reivindicativas y vivas a la historia de lucha de la Asociación. Son 25 años persistiendo, abriendo camino por los derechos campesinos
El Domingo 14 de marzo, en medio de las condiciones que impuso la pandemia, casi un centenar de campesinas y campesinos se reunieron de manera semipresencial para realizar la vigésima quinta asamblea ordinaria de la Asociación campesina del valle del río Cimitarra.
Asumiendo el reto que plantea el nuevo tiempo, donde ante todo se deben garantizar las condiciones de seguridad sanitaria, la emblemática organización social y campesina del Magdalena medio, se aprestó a asegurar las condiciones logísticas para la realización de su evento estatutario más importante. Disponiendo distintos puntos de encuentro y sorteando las dificultades propias de la realidad de miles de campesinos que no cuentan con la conectividad adecuada, ni la cobertura comunicacional que debería brindar el estado, las comunidades, juntas de acción comunal y organizaciones que hacen parte de la ACVC, se reunieron en veredas y cabeceras municipales de San Pablo y Cantagallo Bolívar, Remedios y Yondó Antioquia, Barrancabermeja Santander y algunos invitados se conectaron desde Bogotá, expresando así la influencia de esta organización que es además red agroecológica nacional.
Se registraron 75 delegados plenos de juntas de acción comunal, comités de mujeres, pesqueros, ganaderos, mineros, cooperativas y organizaciones afiliadas a la Asociación, garantizando así el quorum deliberatorio decisorio que requería la asamblea para sesionar, situación que expresa la cohesión y capacidad de convocatoria de la organización referente de la zona de reserva campesina del valle del río Cimitarra.
Después del saludo e instalación por parte de la presidenta de la ACVC Irene Ramírez, las y los participantes aprobaron el orden del día, y se aprestaron a escuchar el saludo y análisis de contexto de la coyuntura nacional realizado por los congresistas, Senadora Griselda Lobo y el Representante a la cámara Jairo Cala, quienes representan en el legislativo al partido COMUNES, y que en su gestión parlamentaria han impulsado debates y proyectos referentes a la región y a las aspiraciones del campesinado, razón que posibilitó la convocatoria para su participación como invitados a la asamblea.
Posteriormente se presentaron los informes de balance del plan de trabajo y la administración financiera, donde los delegados aprobaron la gestión de los equipos destacados para asumir estas tareas. En un ambiente cálido, fraterno, de alegría y compromiso, las delegadas y delegados hicieron uso de su derecho a la palabra, participando con sus aportes frente a las perspectivas de trabajo del proceso organizativo, fue un ejercicio democratico ejemplar, que ha sido el bastión de la unidad de esta histórica organización.
Un suceso clave se presentó cuando en el marco de la asamblea, se adoptó la plataforma de feminismo campesino y popular, desarrollado y estructurado por “la vía campesina”, plataforma internacional del movimiento campesino; en este proceso ha participado activamente la coordinadora de mujeres del magdalena medio, iniciativa impulsada desde hace varios años por lideresas de la ACVC. Esta decisión expresa la consecuencia de esta organización con la lucha de las mujeres campesinas, incorporando las líneas de trabajo definidas en todo el proceso de sensibilización y construcción que ha desplegado el debate y la interiorización por parte de las mujeres y el conjunto del movimiento campesino, de su mirada frente al feminismo y su propia experiencia reivindicativa y ética, que la ACVC asume como propia.
En la asamblea se socializó, por parte del equipo destacado para realizar el trabajo de sistematización, el informe de los hechos violatorios a los derechos humanos de los que ha sido víctima y sobreviviente la Asociación, este trabajo titulado “Nos querían acabar”, será presentado a la JEP y a la comisiónde la verdad; esta es una tarea que advierte el compromiso del campesinado del valle del río Cimitarra con la verdad y la construcción de la paz, y con aportar los insumos desde la experiencia de la resistencia campesina que se mantuvo en el territorio a pesar de la ferocidad de la guerra que victimizó al campesinado en la región.
Sobre el medio día las delegadas y delegados se deleitaron en los diferentes puntos de encuentro con un almuerzo comunitario, y luego del compartir, se dispusieron a cerrar la asamblea aportando ideas y propuestas para articularlas al plan de trabajo, llamaron la atención sobre la situación que amenaza la región del despliegue de tropas para realizar tareas de fumigación, rechazando este procedimiento que contradice los acuerdos con las comunidades en el marco de la implementación del PNIS (programa nacional integral de sustitución de cultivos), programa que para el campesinado debe cumplirse, ya que es la realización misma del acuerdo final de paz, y el mecanismo que garantiza para las comunidades su sustento y la transformación de cultivos en economías campesinas lícitas sostenibles. La fumigación y la erradicación violenta son el combustible para atizar el conflicto armado en las regiones, el camino es el cumplimiento del acuerdo final de paz, insistieron.
La ACVC ratificó su carácter de organización social, campesina, defensora del territorio, la paz y los derechos humanos, el carácter semipresencial de la actividad no fue impedimento para que se agitaran consignas reivindicativas y vivas a la historia de lucha de la Asociación. Son 25 años persistiendo, abriendo camino por los derechos campesinos, los delegados recordaron que son ganadores del premio nacional de paz y que fueron reconocidos con el premio nacional de derechos humanos, seguiremos honrando estos reconocimientos con el trabajo, la permanencia en el territorio, el fortalecimiento de la zona de reserva campesina y nuestra lucha incansable por la paz, dijeron sus dirigentes al cerrar la asamblea.
La ACVC sigue siendo un referente y estandarte de la lucha campesina en Colombia, mujeres y hombres que ratifican en su cotidianidad su convicción por construir un futuro mejor, reivindicando en en el campo colombiano la semilla de la paz crece y que las comunidades campesinas la van a defender.
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